MOLLETES

  Los molletes han sido todo un descubrimiento en mi casa. Es algo que jamas había probado y la primera vez que los probé en casa de mis amigos de Huelva nos encantaron. No solo  se comen en el desayuno, para unas buenas tostas están deliciosos y muchas veces cuando no tengo pan reciente me sacan de algún apuro. Otra cosa que a mis hijas les encanta es que les haga bocadillos con ellos.
  Con esta receta salen bastantes. Los suelo congelar y los voy sacando poco a poco, pero si los necesito rápido solo tengo que tostarlo un par de minutos y listos.

  INGREDIENTES

  Para la masa madre:

1. 100g de harina de fuerza.

2. 100 de agua.

3. 10g de levadura fresca prensada.

4. Media cucharadita de azúcar.

  Para la masa:

1. 150 de agua.

2. 150 de leche.

3. 50g de aceite de oliva.

4. Una cucharadita de miel.

5. 550g de harina de fuerza.

6. Dos cucharaditas de sal.

   Preparamos primero la masa madre.
   Ponemos el agua en el vaso y programamos 30 segundos, 37º, velocidad 1.
   Añadimos el resto de ingredientes y programamos 10 segundos, velocidad 4.
   Dejamos reposar en el vaso una hora.
  
   Pasada un hora seguimos con la masa. Añadimos al vaso todos los demás ingredientes y programamos 5 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga. Reposamos otra hora, la masa llegara a levantar el cubilete.
  Sacamos la masa y la ponemos en una superficie enharinada, la amasamos y cortamos en trozos dándole forma de bolas. Suelen salir como unos 12 o 13 molletes , también depende de si a ti te gustan mas pequeños o mas grandes. Hacemos las bolas enharinandolos un poquito y lo aplastamos con la palma de la mano dándole la forma del mollete clásico. Los colocamos en una bandeja y dejamos reposar otra hora mas hasta que levanten.
  Precalentamos el horno a 200º
  Volvemos a aplastar con los dedos ligeramente y metemos al horno unos 8 minutos. 
  Este que os pongo a continuación esta doradito porque esta tostado  ya , pero el tono con el que salen del horno es mas bien blanquito.

 Como mas ricos están es abriéndolos al medio  y metiéndolos en el tostador. Con el tomate natural y un buen aceite de oliva son desde luego el mejor desayuno, ya sabéis cada uno a su gusto. Probar y repetiréis seguro.